Con motivo del Día Mundial del Docente, celebrado cada 5 de octubre, desde el Sindicato STAR queremos hacer un reconocimiento a la labor de todos los docentes y recordar a los gobiernos actuales y conjunto de la sociedad, que no se deben olvidar de quienes representan una de las piedras angulares del sistema, responsables del proceso de enseñanza aprendizaje del alumnado y por lo tanto, del futuro de la sociedad.

Este año es especial por partida doble: Por un lado, se cumple el 50ª aniversario de la aprobación, en 1966, de la Recomendación Conjunta de la UNESCO relativa a la Condición del Personal Docente. En este sentido, con el lema de este año “Valoremos al docente, mejoremos su condición profesional”, se ha pretendido aunar los principios fundamentales recogidos en esta recomendación, demandando el apoyo a los mismos. Y por otro, por ser el 1º Día Mundial del Docente que se celebre en el marco de la nueva Agenda de Educación 2030, la cual insiste en la importancia de la figura del docente de cara a lograr una educación equitativa y de calidad.

 

Si tenemos en cuenta estos últimos 50 años, no nos podemos extrañar de que cada vez, días como el que hoy estamos celebrando cobren verdadero significado. La labor docente se merece un mayor reconocimiento y no solo institucional, sino también social. Está claro, por exagerado, que aquellos tiempos en los que el maestro, el cura y el médico del pueblo eran considerados “semidioses” son parte del pasado, pero quizás un punto intermedio entre aquella concepción y la actual no nos vendría nada mal de cara a obtener mejores resultados tanto académicos, como de crecimiento y desarrollo personal.

Por parte de las instituciones se nos deberían brindar las competencias y recursos necesarios para poder ejercer el pleno desempeño de nuestras funciones, deberían contribuir a la mejora de las condiciones laborales, algo totalmente opuesto a lo que a día de hoy se está llevando a cabo (recortes, modificación de la jornada laboral, aumento del ratio de alumnado por aula, congelación salarial, prácticamente nula oferta formativa…) y valorar nuestra función como pieza fundamental del sistema. A la sociedad le pedimos encarecidamente que respete nuestra profesión y nos apoye, puesto que los intereses son comunes: sacar lo mejor del alumnado, con el cual creamos un vínculo que va más allá de lo meramente académico.

Nosotros como docentes, en ningún momento olvidamos nuestra responsabilidad personal, social e institucional, pero nos gustaría sentir reciprocidad. Por todo ello nos sumamos a las intenciones de la UNESCO  en este “Día mundial del Docente” y de esta forma contribuir a difundir el mensaje de que la valoración de los docentes y mejora de sus condiciones laborales es fundamental para alcanzar la calidad de la educación de cara a crear sociedades sostenibles.